Historia Contemporánea Semana 26 - 31 de Octubre
Linea del Tiempo de la Crisis de los Misiles
Estados Unidos y Canda participaron de manera activa y desde México hasta Argentina de manera neutra pese a ser paises capitalistas
America
Influencia de Estados Unidos
Propaganda anticomunista
Intervención de los gobiernos
Doctrinas de seguridad nacional
Políticas proteccionistas
Ayuda económica
Revolución comunista en Cuba
A consecuencia de que América Latina no participó de manera activa, más bien participó de una manera neutral, gracias a esto, estos países son considerados tercermundistas o subdesarrollados.
El golpe de estado que estremeció a Guatemala en 1954 fue el
resultado de la operación encubierta llamada PBSUCCESS (Criptónimo CIA). Esta
fue organizada por la CIA estadounidense para derrocar a Jacobo Arbenz Guzmán,
el Presidente de Guatemala democráticamente electo, por oponerse a los
intereses de la United Fruit Company y por permitir que los miembros del
ampliamente minoritario partido comunista de Guatemala (Partido Guatemalteco
del Trabajo) influyeran en las decisiones más importantes de su gobierno.
La crisis guatemalteca fue un evento decisivo en el desfallecimiento de la cooperación norte-sur, porque, como consecuencia de ésta, nació públicamente la posibilidad de que existiera una alternativa al posicionamiento estadounidense (aunque no se fuera discutida formalmente, por ejemplo, en el marco de la Organización de Estados Americanos—OEA). Esa alternativa se manifestó gracias a las nuevas ideas y opiniones que surgieron como respuesta al derrocamiento de la administración de Arbenz. Algunos ejemplos incluyen:
- La América Latina cuestionaba si no era exagerada o excesiva la respuesta internacional (primariamente norteamericana) ante el cambio político-social de Guatemala entre 1944 y 1954
En el ámbito de la X Conferencia Interamericana (Caracas, marzo de 1954), los Estados latinoamericanos pusieron énfasis en los problemas económicos y sociales, en el plano interno, y, en el respeto de la soberanía, la igualdad jurídica estatal y el rechazo de la intervención, en el plano internacional.
- Al mismo tiempo, se destacó la importancia de la ONU en salvaguardar la paz y la seguridad internacional, a más de su preeminencia sobre todos los organismos regionales como la OEA.
- También, los países del sur expresaron un deseo de poner obstáculos al imperialismo estadounidense.
Chile en la Guerra Fría
El triunfo de Salvador Allende en las elecciones presidenciales de 1970. Así, durante la década de los sesenta, las fuerzas políticas del país constituyeron dos polos que emulaban el marco de confrontación global, convirtiendo a Chile en uno de los protagonistas del conflicto ideológico y concentrando las miradas de las grandes potencias mundiales en su política interna.
Sin embargo, una parte de la sociedad no veía con buenos ojos las políticas socialistas de Allende, como los empresarios, las clases adineradas o los militares. Consideraban que su influencia comunista era un peligro.
Entre 1973 y 1990, Chile vivió una dictadura conocida como el Régimen Militar. El líder de esa dictadura fue Augusto Pinochet, comandante en jefe del Ejército Chileno que llevó a cabo un golpe de Estado para derrocar al presidente Salvador Allende.
En aquella época, el gobierno de USA competía con la Unión Soviética para imponer su sistema político. Por eso, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos financió un golpe de Estado contra Allende.
El 11 de septiembre de 1973, los militares se sublevaron y entraron en el Palacio de la Moneda, la sede del gobierno. Allende se suicidó en su despacho cuando los militares entraban en el palacio.
Una de las primeras acciones del nuevo gobierno fue crear la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), organismo encargado de perseguir y reprimir cualquier tipo de oposición a la Junta Militar que dirigía el país.
La DINA podía detener a cualquier persona sospechosa de conspirar contra Pinochet, pero también a intelectuales y políticos de izquierdas, estudiantes o sindicalistas. Utilizaban métodos como el secuestro, la tortura y el asesinato para atemorizar a la población.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile, hubo más de 3.000 muertos y desaparecidos entre 1973 y 1990. Las víctimas de la dictadura superan las 40.000 personas.
En este escenario, la sociedad chilena se politizó, agudizando fuertemente las disputas ideológicas entre ambos bandos, que muchas veces se transformaron en violentas confrontaciones y hechos de sangre, como lo fueron los asesinatos del general René Schneider (1970) por grupos militares y, desde el otro punto de politización, el del ex Ministro del Interior Edmundo Pérez Zujovic (1971) en manos del grupo extremista Vanguardia Organizada el Pueblo.
Tras diversas acciones de intervencionismo extranjero, el golpe de Estado en 1973 dio término al gobierno de la Unidad Popular, basado en el modelo socialista. La dictadura militar, junto con prescribir a todos los partidos políticos, envió al exilio a más 20 mil personas, lo que tuvo profundos efectos en la izquierda chilena. Mientras muchos abrazaron la lucha armada en Nicaragua y El Salvador, para luego reinternarse en Chile y fundar el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), otros experimentaron un profundo proceso de reflexión ideológica que dio origen a los llamados “Socialistas Renovados” quienes, en alianza con el Partido Demócrata Cristiano, se convirtieron en el eje articulador de la oposición no violenta a la dictadura. Así, el conflicto ideológico nacional traspasó las fronteras, lo que se vio fuertemente reflejado con el asesinato de Orlando Letelier en Washington, en 1976.
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